Vida Basiliana
Comunidad y Vida de Oración
El estilo de vida Basiliano es basado en una vida en comunidad y oración y centrado en la eucaristía. Estamos llamados a una vida junto a nuestros hermanos en una expresión de la naturaleza comunitaria de la Iglesia y nuestro compromiso mutuo como hermanos. El corazón de la vida Cristiana para los Basilianos es la casa comunitaria donde vivimos en hermandad y como tales, adoramos, comemos y nos recreamos juntos, no con un espíritu de mera conformidad, sino esforzándonos por estar unidos de corazón y alma así como lo hizo comunidad Cristiana anterior.
La vida en comunidad no sólo existe en las casas locales, sino que a través de toda la congregación donde se refleja bajo un sentido de compañerismo con lo que todos los Basilianos están haciendo, un interés en el pasado y en el futuro de la Comunidad, y una voluntad por parte de los individuos y las comunidades locales para hacer los sacrificios que serán necesarios para el bien común.
Tanto como individuos como entes comunitarios tratamos de reconocer que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo moran con nosotros y nos laman para compartir su vida. La oración es una respuesta necesaria a este llamado. Las personas a cuyo servicio estamos llamados cuentan con nosotros para alabar y agradecer continuamente al Padre por todo lo que ha hecho y para interceder entre nosotros y por todos los que están a nuestro cuidado. Sin una verdadera oración de nuestra parte, la vida y el trabajo al que estamos llamados estarían más allá de nuestras capacidades.
Una de las expresiones es nuestra entrega de adoración pública. En cada una de nuestras casas se ofrecen la Eucaristía y oraciones matutinas y del atardecer de acuerdo a la Liturgia de las Horas. En la celebración de la Eucaristía todos los Cristianos se unen bajo el Espíritu Santo. Por esta razón, la celebramos siempre que sea posible entre nosotros, así como con aquellos con quienes trabajamos.
Tal vez la mejor descripción de la espiritualidad Basiliana es un híbrido entre un diocesano y un orador religioso y el trabajo. Esto es porque los Basilianos fueron fundados por 10 sacerdotes diocesanos quienes se unieron durante la Revolución Francesa. Nuestra espiritualidad vive en el trabajo de apostolado y el amor a Dios experimentado en la comunidad.
En la práctica, la espiritualidad Basiliana es muy parecida a la que se encuentra en el Libro Ben Sirá, porque creemos que todos los aspectos de la vida pueden llevar a una persona a Dios. Consideramos que no sólo somos profesores y educadores de religión, sino que de todos los demás ramos de estudio: lenguaje, ciencias, humanidades, atletismo y más.
Cada uno de estos, cuando se usan por amor y para el mejoramiento de nuestra comunidad, transmiten el amor de Dios por el mundo. Los Basilianos creen que la espiritualidad no se limita a nuestras iglesias y al discurso teológico, sino que se vive en cada pensamiento que se manifiesta en el mundo.