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Vocaciones

Proceso de Formación

El Proceso de formación Basiliano para Americanos y Canadienses consiste en cuatro pasos básicos que se realizan en un período estimado de siete años.

Asociado: Este paso da al candidato la oportunidad de conocer a los Basilianos y permitir que los Basilianos conozcan a la persona o asociado. Este proceso puede ocurrir mientras el candidato se encuentra en la escuela secundaria, instituciones de educación superior o trabajando. Generalmente, la mayoría de los asociados dedican el último año como asociado viviendo en una comunidad Basiliana lo que se interpreta como un fuerte anhelo de compromiso con en el modo de vida Basiliano.

Novicio: Como novicio el candidato dedicará un año y un día tal como lo prescribe la ley canónica en nuestro noviciado en Houston, Texas.  Se trata de un año alejado de amigos, familia, trabajo y muchos elementos que resultaban familiares para el novicio en su vida cotidiana lo que permitirá que el candidato construya una base sólida de oración y espiritualidad por el resto de su vida como Basiliano.  Hacia el final de este año en esta etapa el novicio puede profesar sus primeros votos (temporales)

Escolar o Escolástico: En esta etapa, el candidato se encuentra viviendo sus votos temporales y comprometidos a realizar 3 a 4 años de estudios teológicos. Junto con sus estudios teológicos, los escolares participan en varios ministerios pastorales durante el año y a menudo se desplazan a realizar algunas actividades durante el verano. Estos ministerios y tareas se adaptan a los intereses y capacidades del individuo.

Ministerio supervisado: Considerado el período más difícil para los nuevos diáconos y sacerdotes, corresponde a los primeros años después de la ordenación. Los Basilianos consideran que el primer año de ordenación es una etapa muy importante en el proceso de formación.  El Ministerio Supervisado sirve como un período de adaptación a la obra del sacerdocio en un apostolado Basiliano.

Por último, el proceso formativo depende fuertemente de cada individuo. El ser una comunidad pequeña permite que tengamos la flexibilidad de reunirnos con el candidato con el objetivo de entregar asistencia para crecer.  Especialmente en el contexto actual, los candidatos traen consigo un rango destacado de talentos, habilidades y experiencia. Cuando una persona comienza el proceso de formación, los Basilianos están prestos a reconocer sus dones y encontrar el lugar de la persona en la Congregación.

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